Fujiwara Hiroshi, de 82 años, confiesa haber matado a su esposa discapacitada tras décadas de cuidado; recibe condena de tres años de cárcel en Japón
Un hombre octogenario fue declarado culpable de asesinar a su esposa, quien se encontraba en una silla de ruedas, al arrojarla al mar desde un muelle. El señor Fujiwara admitió el crimen y alegó haber actuado movido por la fatiga acumulada después de casi cuatro décadas cuidándola.
Después de cometer el horrendo acto, el hombre regresó a su hogar y confesó a su hijo que había acabado con la vida de su esposa, Teruko. El hijo alertó inmediatamente a las autoridades locales en la localidad de Oiso, en la prefectura de Kanagawa, Japón, aunque el responsable no intentó huir. Trágicamente, más tarde, el cuerpo de Teruko fue encontrado flotando en el mar.
El motivo detrás del asesinato fue el deseo de Fujiwara Hiroshi de liberarse de la responsabilidad de cuidar a su esposa discapacitada, rechazando la idea de dejarla en un asilo de ancianos. Medios japoneses citan la declaración del juez, quien afirmó que el hombre “creía que debía cuidarla solo”, y que esta perspectiva pesimista y egoísta llevó a Fujiwara Hiroshi a cometer este cruel acto.
El juez consideró que este caso no se trataba simplemente de fatiga por el cuidado, sino de una acción despiadada y deliberada. En consecuencia, el tribunal en Japón dictaminó una condena de tres años de prisión para el anciano. La defensa discutirá con el hombre y su familia sobre cómo enfrentarán esta decisión judicial.