Un avión de la aerolínea Jeju Air protagonizó este domingo un trágico accidente al intentar aterrizar en el aeropuerto de Muan, Corea del Sur. Según las autoridades, el siniestro, que dejó 179 fallecidos y dos sobrevivientes, habría sido provocado por el impacto con aves que dañaron el tren de aterrizaje.
El bimotor Boeing 737-800 transportaba a 181 personas. Solo dos miembros de la tripulación pudieron ser rescatados con vida de la sección de cola del avión en llamas. “De los 179 muertos, 65 han sido identificados”, informaron los bomberos, quienes continúan las pruebas de ADN para identificar a las víctimas restantes.
Imágenes captadas por medios locales muestran al avión derrapando sin tren de aterrizaje visible, hasta que se estrelló contra un muro, generando una explosión de fuego y escombros. “Solo la parte de la cola conserva algo de forma, el resto es casi irreconocible”, declaró Lee Jung-hyun, jefe de bomberos de Muan, en conferencia de prensa.
Los sobrevivientes, un hombre y una mujer de la tripulación, están hospitalizados con heridas de mediana a grave gravedad. Las autoridades locales aún buscan posibles cuerpos en las áreas cercanas al accidente.
El Ministerio de Transportes señaló que este es el accidente aéreo más grave ocurrido en Corea del Sur en casi tres décadas. El último incidente comparable fue el de Korean Air en Guam, en 1997, que dejó más de 200 muertos.
Las investigaciones iniciales apuntan al impacto de aves como la posible causa del fallo en el tren de aterrizaje, aunque las condiciones meteorológicas también están siendo evaluadas. “Los choques con aves ocurren frecuentemente, pero raramente provocan la pérdida total de un avión”, explicó Geoffrey Thomas, redactor jefe de Airline News.
El accidente plantea importantes preguntas sobre los procedimientos de aterrizaje y la seguridad de los vuelos, mientras el país enfrenta una de las tragedias más devastadoras de su historia reciente.