Ariel Núñez Figueroa, de 30 años, acusado de secuestro y crimen organizado en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, fue deportado por la frontera de Laredo, Texas, y entregado a las autoridades mexicanas en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) lo transfirió a México el pasado 6 de marzo a través del Puente Internacional Juárez-Lincoln. De acuerdo con datos oficiales, se le investiga por su presunta participación en la desaparición ocurrida en 2014.
“Este fugitivo evadió a la justicia por casi once años, mientras las familias de las víctimas esperaban respuestas”, declaró Bret Bradford, director de ICE en Houston.
La detención fue posible gracias a la cooperación entre INTERPOL y la Embajada de Estados Unidos en México. En septiembre, ICE recibió información sobre su posible ubicación en Houston, lo que permitió su arresto el 9 de septiembre. Posteriormente, un juez ordenó su deportación el 22 de enero.
Hasta su traslado a México, Núñez Figueroa permaneció bajo custodia en el Centro de Procesamiento de Montgomery, Texas. Ahora, las autoridades mexicanas continuarán el proceso legal en su contra por su posible implicación en uno de los casos más emblemáticos de desaparición forzada en el país.