Una partera y su asistente fueron arrestados en Texas bajo la acusación de practicar abortos ilegales, un procedimiento prácticamente prohibido en el estado. María Margarita Rojas, de 48 años, fue detenida el lunes por operar una red clandestina de clínicas en el área de Houston, según informó el fiscal de Texas, Ken Paxton. Se trata del primer caso en el que se procesa penalmente a una persona bajo la estricta ley antiaborto de Texas, vigente desde que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló en 2022 la protección federal para la interrupción del embarazo.
El martes, la oficina de Paxton anunció la detención de José Cendan Ley, un asistente médico de 29 años y ciudadano cubano, quien presuntamente colaboró con Rojas en al menos un aborto ilegal. “Seguiré luchando para proteger la vida y garantizar que cualquier persona que viole nuestras leyes pro-vida rinda cuentas”, declaró el fiscal en un comunicado. Las autoridades señalaron que Cendan Ley había ingresado irregularmente a Estados Unidos en 2022 y posteriormente fue puesto en libertad condicional. A principios de marzo, otra enfermera relacionada con el caso fue arrestada y acusada de conspiración para ejercer la medicina sin licencia.
Desde la decisión de la Corte Suprema, cada estado es responsable de legislar sobre el aborto. Texas es uno de los más restrictivos y solo permite la interrupción del embarazo en caso de que la vida de la madre esté en peligro. Sin embargo, activistas denuncian que la falta de claridad en la ley provoca que médicos se abstengan de atender estos casos por temor a represalias legales.
Aunque la legislación castiga a quienes facilitan los abortos, no penaliza a las mujeres que deciden interrumpir su embarazo. Sin embargo, muchas de ellas, incluidas víctimas de violación, se ven obligadas a viajar a otros estados o recurrir al envío de píldoras abortivas desde jurisdicciones donde la práctica sigue permitida.