En Nuevo Laredo, fue encontrado el cuerpo sin vida de un hombre dentro de una camioneta Ford Explorer estacionada frente al domicilio de su hermana.
Las primeras pesquisas de las autoridades ministeriales revelan que el hombre decidió poner fin a su vida dentro de la unidad, siendo su macabro hallazgo posible gracias al penetrante olor que emanaba en los alrededores.
La propietaria del vehículo, Erika P., recibió una inquietante llamada de su madre, Federica R., quien la alertó sobre un olor fétido proveniente del automóvil, situado en la cuadra 70 de la calle Matemáticos.
Al inspeccionar la camioneta, Erika se topó con el cuerpo de su hermano, Joel Antonio P., quien exhibía señales de asfixia por ahorcamiento, evidenciando la presencia de un objeto constrictor en su cuello.
La familia informó que Joel Antonio lidiaba con la depresión y el alcoholismo, habiendo intentado quitarse la vida en tres ocasiones anteriores, aunque en cada intento fue intervenido a tiempo.
Agentes de la Policía Investigadora y personal de Servicios Periciales se presentaron en el lugar para llevar a cabo las diligencias correspondientes y coordinar el traslado del cuerpo a la funeraria.