El Papa Francisco falleció este lunes a los 88 años de edad, según confirmó el Vaticano a través de un comunicado oficial.
“Esta mañana a las 07H35 (05H35 GMT), el obispo de Roma, Francisco, volvió a la casa del Padre”, informó el cardenal Kevin Farrell mediante una publicación en el canal oficial del Vaticano en Telegram.
Francisco fue el primer Papa latinoamericano y el primero de la Compañía de Jesús en ocupar el trono de San Pedro, marcando una etapa distinta en la historia de la Iglesia.
Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, líderes internacionales expresaron sus condolencias. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, lo recordó como alguien que siempre estuvo “con los más vulnerables”.
Por su parte, la primera ministra de Italia lo describió como “un gran hombre”, mientras que el presidente de Israel destacó su “fe profunda y compasión sin límites”.
Trayectoria de vida y vocación religiosa
Jorge Mario Bergoglio, nombre de nacimiento del Papa Francisco, nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina. Fue el hijo mayor de una familia de inmigrantes italianos; su padre trabajaba en el ferrocarril y su madre se dedicaba a la crianza de sus cinco hijos.
Antes de ingresar al seminario, Bergoglio obtuvo el título de técnico químico. Una enfermedad grave a los 21 años, que llevó a la extirpación de parte de su pulmón derecho, marcó un punto de inflexión en su vida y lo llevó a abrazar la vocación religiosa. El 11 de marzo de 1958 ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús.
Realizó sus estudios de humanidades en Santiago de Chile y más tarde obtuvo la licenciatura en filosofía en el Colegio Máximo de San José en San Miguel, Argentina.
Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969. Posteriormente se desempeñó como maestro de novicios y profesor de teología, ganando reconocimiento por su formación intelectual y espiritual.
En 1973, fue nombrado provincial de los jesuitas en Argentina, rol que asumió en una época compleja, durante la dictadura militar, enfrentando importantes desafíos pastorales y sociales.
En 1992 fue designado obispo auxiliar de Buenos Aires y seis años más tarde asumió como arzobispo de la arquidiócesis. Su labor en la capital argentina se distinguió por su sencillez, su cercanía con los fieles y su defensa de los más necesitados.
Un pontificado marcado por la humildad y la apertura
El 13 de marzo de 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, Jorge Mario Bergoglio fue elegido como Sumo Pontífice, convirtiéndose en el Papa número 266. Adoptó el nombre de Francisco en homenaje a San Francisco de Asís, símbolo de humildad y renovación espiritual.
Desde el inicio de su pontificado, promovió una visión de Iglesia centrada en la misericordia, el servicio a los pobres y el compromiso con la justicia social.
Abordó temas de gran relevancia como la migración, el cambio climático y la inclusión dentro de la Iglesia. Su encíclica “Laudato si'”, publicada en 2015, fue un llamado urgente a la responsabilidad ecológica y al cuidado de la casa común.
Además, impulsó el diálogo interreligioso y se pronunció a favor de una actitud pastoral más comprensiva hacia personas divorciadas, homosexuales y transexuales, marcando una apertura sin precedentes en la institución eclesiástica.
En su libro autobiográfico “Esperanza”, publicado en 2025, Francisco reflexionó sobre su vida, su infancia, su paso por los años de la dictadura argentina y los retos de su pontificado, reafirmando su compromiso con una Iglesia cercana al pueblo y sensible a las transformaciones del mundo actual.